¿Por qué vegana?
- Enriqueta Ramírez
- Oct 15, 2015
- 2 min read

He sentido una pasión por el mar desde que recuerdo, y toda mi infancia y adolescencia estuvo conectada a la naturaleza, así que cuando llegó el momento de escoger una carrera, a nadie le extrañó que estudiara Biología.
Al entrar en ese maravilloso mundo que explora desde la célula hasta lo que nos hace humanos, comprendí que en ésta cadena de la vida, cada ser tiene un valor en sí mismo. Sin embargo, los procesos de industrialización han marcado la forma actual de vestir, comer y consumir, lo que provoca que para satisfacer las crecientes demandas humanas se utilicen los métodos que sean necesarios para satisfacerlas. Esto significa que lo que en el pasado eran gallinas caminando libres con sus pollitos dentro de un corral, o vacas pastando tranquilamente, sean ahora sujetos de las más crueles condiciones de vida con el único propósito de ser rentables económicamente en el menor tiempo posible, incluso si para lograrlo también se necesite aplicarles hormonas y antibióticos. La mayoría de animales consumidos no sufren únicamente de una existencia explotada, si no que también de una muerte dolorosa, y eso incluye también a los peces que mueren por asfixia y a la fauna marina acompañante que también es descartada.
Para muchas personas como yo, éstas son razones suficientes para decidir no alimentarse con animales y sus derivados, pero para otras, también existe el factor de la salud, ya que las dietas ricas en lácteos, embutidos y carnes rojas están asociadas a múltiples enfermedades, dándole así otra ventaja a la dieta vegana.
He practicado el vegetarianismo desde 1998 en sus distintas variaciones, por ejemplo incluyendo lácteos y huevos, pasando por una etapa de regreso al omnivorismo, a la que ahora comprendo pudo deberse a una dieta vegetariana mal planificada, regresando nuevamente desde el 2009 al vegetarianismo, y practicando desde el año pasado períodos cada vez más largos de una alimentación exclusivamente vegana, es decir, libre de productos de origen animal. Este proceso me ha permitido comprender que las razones para adoptar cualquier estilo de vida son muy individuales, y que deben estar perfectamente interiorizadas para que sean una elección y no una obligación.
Siempre he compartido en mis redes sobre la primera vez que pruebo una fruta hasta entonces desconocida, o el resultado de recetas experimentales, y me alegra ver el interés que generalmente despiertan. Por esas razones quiero compartir mi recorrido por el mundo vegano a través de mi blog Vegana en El Salvador, y motivarles a experimentar la sensación de bienestar que produce esta dieta siguiéndola por al menos 24 horas, o bien en una forma más permanente porque sin duda alguna el veganismo puede ser delicioso y divertido.
Ahora... ¡a comer!
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